Agregar los elementos adecuados a la cocina a veces puede ser complicado, debido a la cantidad de objetos que se hacen imprescindibles al momento de preparar los alimentos. Por eso, es muy importante que analices estos 3 errores habituales en la decoración de tu cocina y los evites por completo.
#1 Mala iluminación
La cocina debe estar bien iluminada para que puedas percibir mejor el color y la textura de los alimentos. Para ello, durante el día puedes aprovechar la luz natural, ya sea mediante un ventanal o puertas exterior que te permitan recibir toda la energía solar. Al anochecer, la iluminación artificial debe ser lo suficientemente intensa para trabajar con facilidad y para que no haya zonas a oscuras.
Contar con la cantidad de luminarias adecuadas te ayudará también a prevenir accidentes y a que este espacio se vea en armonía, más funcional y transmita la sensación de un lugar cálido y acogedor. Una de las mejores recomendaciones es colocar un punto de luz central y combinarlo con focos empotrables debajo de algunos armarios.
#2 Colocar elementos decorativos en exceso
Uno de los errores más comunes es saturar la cocina con muchos objetos, ya que lo que se busca más bien es que cada elemento que se le agregue contribuya a mejorar la funcionalidad de ella. De nada sirve colocar accesorios que estorben al tener que cambiarlos de sitio cada vez que se vaya a usar el espacio donde estén ubicados, como las encimeras o la mesa del comedor.
Tener muchos elementos a la vista hace que el área de trabajo sea menor, lo que dificultará las tareas culinarias y le restará practicidad a la cocina. Por eso, deberás seleccionar con cuidado cuáles son los elementos que quedarán a la vista.
#3 No contar con armarios útiles y accesibles
El tamaño de los armarios para el almacenamiento de los utensilios de tu cocina debe ser equilibrado y equitativo al espacio que tengas a tu disposición. Por eso, de nada sirve tenerlos si van a estar vacíos, ocupando un área que puede emplearse para otras tareas.
Tampoco es práctico colocarlos tan altos que se haga inaccesible o muy incómodo llegar a ellos, lo mejor es diseñarlos a medida para que te permitan mantener la organización de una forma más sencilla. Una buena manera de aprovecharlos es dividir su interior en diferentes compartimentos que te ayuden a tener a la mano los accesorios que más utilizas.