La limpieza necesaria con la que mantener una casa con muchos hijos

Todo el mundo se sorprende cuando hablando les digo que somos doce hermanos, claro para mi es lo más normal del mundo y lo que me extraña es que ellos lo vean como cosa rara. La verdad que la curiosidad puede más que el hecho de extrañarles ya que todos quieren saber la forma en la que nos apañábamos para convivir tantos, claro en una casa doce hermanos más mis padres eran un total de 14 personas que mal sincronizadas podíamos ser un auténtico desastre. Mi madre la verdad que nos tenía muy bien aleccionados, desde pequeños nos enseño a recoger nuestras cosas y a no dejar nada por el medio, tenía mucho que ver que fuera una maniática de la limpieza y que quien no lo hiciera de llevara un cachete, si algo la ponía de los nervios era pasar a una habitación y que estuviera desordenado,   por eso intentábamos por todos los medios colaborar con ella para evitar el cachetazo o una buena regañina.

Ahora cuando me he casado la familia de mi marido dice que he heredado la pasión por la limpieza de mi madre ya que me comporto de la misma forma que ella, la verdad que cuando te crían haciéndote ver que la limpieza es muy importante te lo inculcan a diario es lo que precisamente haces tú a los sitios a los que vas, mantenerlo todo lo más limpio posible. Si por algo estaba mi madre obsesionada cuando éramos pequeños era por la limpieza de las camas, era un tema que creo que ya se des bordaba un poquito, la verdad que a todos nos gusta dormir en una cama limpia pero lo de ella ya era enfermizo. Recuerdo que todas las semanas cambiaba las sábanas además de limpiar el colchón, lo frotaba, lo aspiraba, imaginaos trece colchones una vez a la semana un trabajo innecesario ya que no estaban limpios sino relimpios. Lo de las sábanas ya era otro cantar ella compraba ropa de cama barata y la transformaba hasta el punto de que parecían otra cosa, en nuestras camas nunca faltaban unas bonitas sábanas acompañadas de empapadores y unos edredones a juego. Hoy en día yo hago exactamente lo mismo, pudiendo incluso comer sopas encima de las camas si quisiéramos de lo limpias que llegan a estar, así da gusto acostarse todas las noches.